Curtis creció en un pequeño pueblo del sur de Illinois. Cuando tenía 16 años fue sometido a terapia de conversión; una experiencia que más tarde pudo utilizar para prohibir la terapia de conversión en su estado natal. Curtis llegó a ser una figura destacada en muchas organizaciones LGBTQ + en el Medio Oeste de EE. UU. Ahora que vive en Los Ángeles, Curtis ha llevado su activismo al siguiente nivel y fundó la organizacion de Conversion Therapy Dropout Network para unir a los sobrevivientes de la terapia de conversión en comunidad y solidaridad. En su tiempo libre, a Curtis le gusta ir a la playa, caminar y abrazar a su mascota dragón barbudo, Trogdor.

Erik  Rivera es un empresario con sede en Los Ángeles que se desempeña como socio gerente de varias empresas que operan en los sectores de inversión de capital privado, desarrollo de terrenos, construcción y administración de propiedades. Actualmente forma parte de varios comités legislativos, manteniendo y cultivando relaciones estratégicas con legisladores. El enfoque filantrópico de Erik es defender y asesorar a jóvenes y adultos jóvenes LGBTQ +. En su tiempo libre, Erik disfruta la navegación marina, la ecuestre y es un ávido partidario de las artes.

Katie Jenifer es una abogada con licencia de Carolina del Norte y la orgullosa madre de dos niños queer. Cuando su hija menor hizo la transición, Katie fue presionada por miembros de su iglesia para que buscara terapia reparadora para su hijo. Conociendo los peligros, la familia de Katie resistió la presión de buscar terapia de conversión.  Ahora ella es un  recurso para otros padres de niños queer; encabezando una clínica de cambio de marcador de nombre y género en su facultad de derecho, lanzando un capítulo de PFLAG en su comunidad local y sirviendo en la Junta  de Genderbands. En su tiempo libre, Kaite disfruta  pasar tiempo con su familia y leer. 

Katie Jenifer es una abogada con licencia de Carolina del Norte y la orgullosa madre de dos niños queer. Cuando su hija menor hizo la transición, Katie fue presionada por miembros de su iglesia para que buscara terapia reparadora para su hijo. Conociendo los peligros, la familia de Katie resistió la presión de buscar terapia de conversión.  Ahora ella es un  recurso para otros padres de niños queer; encabezando una clínica de cambio de marcador de nombre y género en su facultad de derecho, lanzando un capítulo de PFLAG en su comunidad local y sirviendo en la Junta  de Genderbands. En su tiempo libre, Kaite disfruta  pasar tiempo con su familia y leer.